Cámara de frio 3x3

Una cámara de frío 3×3, también llamada cámara de conservación, es una solución altamente eficiente para el almacenamiento de productos que requieren mantenerse en un rango térmico positivo, sin alcanzar la congelación.

El modelo de 3.00 × 3.00 × 2.10 metros es especialmente valorado por su equilibrio entre capacidad, consumo energético y facilidad de instalación, siendo ideal para pequeños y medianos negocios que necesitan conservar alimentos perecibles, medicamentos u otros productos sensibles a la temperatura.

Con una capacidad útil de aproximadamente 18 a 19 m³, esta cámara permite organizar la carga de forma práctica y accesible, ya sea sobre estanterías, bandejas o pallets. Su tamaño resulta perfecto para supermercados, restaurantes, carnicerías, centros de distribución, laboratorios o cualquier establecimiento que maneje productos frescos que deban mantenerse entre 0 °C y 7 °C.

La estructura de la cámara está construida con paneles aislantes de poliuretano inyectado de alta densidad, lo que asegura un excelente comportamiento térmico y bajo consumo eléctrico. Estos paneles se ensamblan con sistemas tipo machihembrado y ganchos de sujeción que facilitan un montaje modular, robusto y sellado. La puerta abatible incluye un cierre hermético, bisagras industriales y manilla con traba de seguridad, previniendo la pérdida de frío y mejorando la eficiencia del equipo.

En cuanto al sistema de refrigeración, la cámara de frío 3×3 opera con equipos monoblock o split, dependiendo de las condiciones del entorno y el tipo de instalación requerida. Estos sistemas están diseñados para mantener la temperatura interna sin fluctuaciones bruscas, fundamentales para garantizar la estabilidad de los productos almacenados. El ciclo de refrigeración incorpora un compresor, un condensador, una válvula de expansión y un evaporador. Además, un ventilador axial o centrífugo distribuye el aire frío de forma uniforme en todo el recinto, manteniendo una atmósfera constante. Muchos modelos también incluyen controladores digitales, alarmas de temperatura, monitoreo remoto e incluso control de humedad, dependiendo de las necesidades específicas del cliente.

Este tipo de cámara destaca por su versatilidad y adaptabilidad a múltiples rubros, ya que permite conservar frutas, hortalizas, carnes frescas, embutidos, lácteos, bebidas, cosméticos y productos farmacéuticos, entre otros. Entre sus beneficios destacan la facilidad de instalación, la eficiencia energética, la optimización del espacio, el cumplimiento de normativas sanitarias y la posibilidad de ampliación o reconfiguración futura.

Así, una cámara de frío 3.00 × 3.00 × 2.10 metros representa una solución confiable, eficiente y flexible para empresas que buscan mantener sus productos en óptimas condiciones. Su tamaño compacto pero funcional la convierte en una herramienta esencial para garantizar la calidad, seguridad y vida útil de los productos, asegurando una cadena de frío continua en cada etapa del proceso logístico o productivo.

Categories: